miércoles, 23 de enero de 2013

¿Telenovelas educativas? WTF!!!


Hoy no hablare de mi vida ni de los regalos que tal vez ya no llegaran (post pasados)… Esta vez hablare sobre mi mala cara sobre las telenovelas, que son esas historias de amores y odios intensos que se emiten por televisión y no se por qué diablos son de tener muchísimos capítulos... Ni siquiera Dr. House tiene varios capítulos en cada temporada jajaja.
Partamos de que son sólo eso: historias, cuya principal función no es educar sino entretener a la audiencia.
Además, aclaremos que todas las telenovelas no son iguales. Las hay adaptadas a los tiempos que corren, dañinas, corrosivas y empalagosas, que sólo contribuyen al atontamiento de quien las ve, alimentando prejuicios añejos y creencias fantasiosas (Para serle más claro ya hasta en la series juveniles podemos ver estas cosas).

Refiriéndonos al tema, vamos a señalar algunos puntos que tal vez nos enseña las telenovelas y algunas series (Nota: estos puntos a continuación no son de mí pertenecía por lo tanto no son de mi imaginación, solo han sufrido algunas modificación para que sean más entendible).
1. Es agotador ser tan fabulosa, pero compensa
La mujer femenina es atractiva, así se acabe de levantar, guarde reposo en el hospital o esté quitando el polvo en casa.
Siempre está maquillada, bien peinada y con la ropa idónea para lucir sus encantos: escotazos, mini-mini-falda y vestidos incrustados en su cuerpo (It’s Fap Time--- Fap Fap Fap).
¿Por qué? Porque si no los hombres no la mirarían. Andar hecha un andrajo no es nada femenino, por dioss…
Resístete al mensaje. Las mujeres no sólo valen por su apariencia, ¿o sí?
2. Si no tienes pareja, tu vida apesta
Qué tragedia es vivir condenado a la soledad, llorando amargamente, muriéndose solo en un rincón después de haber sido repudiado por ella o él (mi caso LOL)…
Si has visto algún culebrón (telenovela), te habrás dado cuenta de que esta lección es muy repetida (Todas hablan de este tema).
Sí, tener pareja es estupendo, pero la vida es maravillosa independientemente de eso. Los solteros también pueden ser felices, porque la felicidad depende de uno mismo y no de otra persona (Epic WIN).
3. Los celos son parte del amor
Aquí tenemos al protagonista de la historia tremendamente halagado al descubrir que la otra parte sufre el desgarro de los celos. Qué mala onda… Uno sufriendo y la otra alegrándose (o viceversa… en que hemos llegado).
Stop! Los celos están para superarlos; no para CELEBRARLOS.
Los celos son desconfianza. Y lo que forma parte del amor es todo lo contrario: la confianza. Así me lo explicaron a mí, al menos.
4. Todo vale en nombre del verdadero amor
Si quien siente celos es el malo o la mala, eso ya le legitima para mentir, conspirar y arrollar a quien tenga enfrente. “No fui yo. Fueron los celos.”
Como muy suave, eso es egoísmo, aunque también lo describiría con palabras que suenan algo peor.
5. El amor verdadero es para siempre
El retrato del amor que hacen en gran parte de las telenovelas es fantasioso. No olvidemos que son un cuento largo, pero cuento al fin y al cabo.
En la vida real, se supone que el amor evoluciona, madura, crece. Pues, en las telenovelas, la pareja protagonista está permanentemente anclada al estadio del enamoramiento, sin moverse.
Los tenemos metiéndose mano, desbordando cursilería, con las hormonas revueltas.
Que nos aclaremos: El enamoramiento ni es amor ni dura para siempre.
6. Vive apasionadamente desquiciado
Entiéndase por “pasión telenovelera” la licencia para discutir a gritos, emprenderla a golpes a primeras de cambio, deshidratarse llorando por una chorrada o hacer todo lo anterior dentro de un coche que acabe estrellándose en un desfiladero.
Por favor, que pongan más personajes con un mínimo de inteligencia emocional y que acaben con tanta llantera y tanta violencia injustificada.
7. ¿Decir la verdad? Mejor, no
Buena parte de los líos de las telenovelas se originan en las mentiras. Mentiras malévolas o cobardes, que casi siempre terminan estallando en la cara de quien las esgrimió.
Esa moraleja es útil, pero también están ese tipo de mentiras protectoras, que se lanzan para ahorrarle daños a otro al creerlo inmaduro o débil para asumir la realidad.
Las telenovelas también se llenan de esas mentiras piadosas.
Con lo sano que sería ir con la verdad por delante en los asuntos que pueden afectar a la vida de quienes más queremos, dándoles a ellos la oportunidad de gestionar la situación en lugar de arrojarnos ese derecho.
Pues, no. En las telenovelas se miente todo el tiempo. Esto es comprensible, porque sin mentiras no existirían estas historias tan desgarradoras. Lo que es contraproducente es aplicarse el cuento en la vida real.

Moraleja: Las telenovelas no son educativas ni tienen porqué serlo. Si ves alguna, deshecha los mensajes o lecciones que no te son útiles eres libre de verlo.



NOTA: se que muchas personas que conozco estarán encontrar de algunos punto de lo que he escrito porque aman las telenovelas pero como dije cada uno es libre de verla… y eso no significa que yo esté actuando de una forma discriminadora… etc.

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