Comienza con una llamada de Miyako despidiéndose de Hirono… lo más interesante es que como es en un teléfono público tiene un conteo de 100 a 0 para que se corte la llamada…
Hirono: ¿Miyako?
Miyako: Sí.
Hirono: ¿Dónde estás?
Miyako: Es un secreto.
Hirono: ¿Podemos hablar cara a cara?
Miyako: No, sigo pensando lo mismo que la última vez.
Hirono: ¿Sigues pensado lo mismo…?
Miyako: Verás, voy a irme de este pueblo, y me iré allá donde nadie pueda encontrarme.
Hirono: Miyako…
Miyako: Esta será mi última llamada, es mi adiós definitivo para ti, que has sido tan bueno conmigo.
Hirono: Miyako…
Miyako: Te he estado poniendo a prueba durante todo este tiempo.
Hirono: ¿A qué te refieres…?
Miyako: Cuando nos conocimos en Navidad… me he estado fijando tu actitud, para saber si serías alguien capaz de quererme.
Hirono: No hacía falta llegar a tanto como eso…
Miyako: No quiero estar con nadie que no me quisiese de verdad.
Hirono: ¿Y entonces? ¿Qué tal lo he hecho?
Miyako: ¿Eh?
Hirono: La nota del examen, ¿he pasado la prueba?
Miyako: Qué va, has sacado la mejor nota. Eres una persona encantadora, y buena para mí.
Hirono: No hables así.
Miyako: Tengo buen ojo para la gente.
Hirono: Entonces, ¿por qué quieres marcharte?
Miyako: No quiero desaparecer de tu corazón, así que desapareceré yo misma antes de que dejes de quererme.
Hirono: Miyako…
Miyako: En mi casa no hay ni un sólo sonido.
Hirono: ¿Sonido?
Miyako: Mis padres siempre estaban trabajando, en casa papá y mamá no decían nada, no habrían la boca, no querían oír nada ni a nadie. Sus corazones estaban tan llenos de odio que ya no quedaba sitio ni para su propia hija. Mi nombre…
Hirono: ¿Tu nombres?
Miyako: Prácticamente no les recuerdo pronunciar mi nombre. Tan poco era lo que hablaban, que les daba igual que buenas notas sacase, o lo buena que fuese en los deportes, nunca me felicitaron, intente buscar formar para que me volvieran a querer. Me corté las venas un montón de veces y aún así…
Hirono: Miyako…
Miyako: ¿No resulta rato? No tenía por qué buscar su atención, pero no podía evitar esa ansiedad. Al final, hace seis años, se divorciaron. La verdad es que fue un alivio. Gracias a eso, era libre. Tras aquello, salí de esa casa sin sonido y fui allá a donde quería, tenía la esperanza de encontrar un hogar…
Hirono: … -resignado-
Miyako: Y también me gustaba no estar atada a nadie, no tenía por qué cansarme o buscar el aprecio de los demás. Podía hacer lo que quisiera y cuando quisiera. Si, podía ir a donde quisiera.
Hirono: …
Miyako: Pero… pero, poder ir a donde quiera significa que no tengo un verdadero hogar, no tener ningún lugar al que ir o volver es como estar sola en el mundo.
Hirono: ¡CÁLLATE!
Miyako: ¿Eh? -sorprendida.
Hirono: ¡Basta ya de decir tonterías!
Miyako: Hirono-kun…
Hirono: ¿Por qué no me dijiste eso antes? ¿Te sentías sola? ¿Te sientes mal? ¡Aun así me lo cuentas!
Miyako: ¡No podía, entonces me habrías compadecido! ¡No quería que me compadeciesen, sino que me quisieran y me des cariño!
Hirono: ¡Pues en ese caso a partir de ahora yo seré tu hogar!
Miyako: ¿Eh? -sorprendida-
Hirono: Así, tu familia y tu pasado quedarían atrás, ¿no es eso lo que quieres?
Miyako: ¡Aunque tuviese un hogar, tendría miedo de perderlo!
Hirono: ¡¡ESO NO PASARÁ!!
Miyako: ¡¿Cómo puedes estar tan seguro?!
Hirono: ¡Confía en mí!
Miyako: Yo quiero, ¡quiero confiar en ti!
Hirono: ¡¿Entonces qué problema hay?!
Miyako: ¡Que soy horrible, algún día me acabarás odiando!
Hirono: ¡¡Eso no pasará!! (joder XD)
Miyako: ¡Yo sé lo que sientes tú por Kei-chan! ¡Estaba segura de que no podía ganar contra ella! ¡Pero estaba tan desesperada por qué no me dejases, que me aferré a ti! ¡Aunque sabía lo que estabas sufriendo! ¡Soy lo peor, sólo pienso en mí misma!
Hirono: ¡Yo ya resolveré mis problemas, tú tienes que ser tú misma! ¡Eres como eres!
[Miyako solloza]
Hirono: ¡Yo ya he encontrado mi respuesta! ¡El resto depende de ti!
Miyako: ¿De verdad que puedo confiar en ti?
Hirano: Por supuesto.
Miyako: No quiero volver a desaparecer, ¡Estoy aquí, no quiero que me ignoren!
Hirono: ¡Siempre te estaré mirando! ¡¿Cómo vas a desaparecer?!
Miyako: ¡Quiero quedarme aquí estar a tu lado!
Hirono: ¡Yo quiero estar junto a Ti!
Miyako: Quiero alguien que me quieraHirono: ¡Yo estaré ahí!
Miyako: ¡Quiero que alguien me alabe!
Hirono: ¡Si sacas buena notas, diré que eres genial! ¡Si haces algo malo, te resondrare! ¡Y por supuesto, me comeré lo que prepares!
Miyako: ¡No importa cómo de patético pueda ser, quiero aferrarme a ti!
Hirono: ¡Puedes hacer lo que quieras, yo lo aceptaré!
Miyako: Hirono-kun, yo…
Hirono: Escucha bien, yo te…
[Se corta el teléfono, Miyako se sorprende y seguidamente se pone a llorar mientras se deja caer al suelo. Pero de repente una voz la llama y ella mira a través de la cabina para ver a un Hirono sobre uns bicicleta respirando fuerte]
Hirono: ¡Yo… te quiero!
Miyako: ¡Hirono-kun!
Hirono: No conocía este sitio, me has hecho recorrer todos los teléfonos públicos de Otowa.
Miyako: ¡Hirono-kun! -sonrié aún con lágrimas en los ojos-.
Hirono: ¡Miyako!
[Hirono corre hacia a ella y se abrazan, se separan y se besan]
Miyako: Ahora tienes que hacerte responsable.
Hirono: ¿Responsable?
Miyako: Me has cogido, asi que no me sueltes nunca.
Hirono: ¿No decías que no te gusta estar atada a nadie?
Miyako: Las personas pueden cambiar.